Es algo fuerte pensar
que un niño pueda tener problemas con las drogas... Pero existen, y en
mi provincia los casos son muchos y cada vez inician más temprano en
este laberinto.
La primera pregunta que
debemos hacer es ¿por qué un niño empieza a consumir drogas desde tan
temprano? A esto debo responder que no hay respuesta. Pero sí hay una
serie de factores a tener en cuenta, como el ámbito en el que vive,
siendo la extrema pobreza o la abundancia económica los lugares dónde
hay más casos de drogacción infantil. Otro factor es la crianza y
dedicación que los padres le dedican a sus hijos: Un niño que crece en
el seno de una familia disfuncional tiene más probabilidades de consumir
estupefacientes para "escaparse de la realidad". Por último, el círculo
íntimo en el que se mueve: Si tiene amigos de su edad que ya se drogan
también lo hará para no quedarse atrás, por curiosidad, moda, etc. Como
dije antes, no hay una razón única por la cuál un niño o pre adolescente
se inicia en las drogas.
La segunda interrogante
que debemos hacernos al momento de intervenir a un niño con síndrome de
abstinencia es si ha tenido episodios violentos con los enfermeros, si
está aislado o tiene custioda policial. Si cualquiera de estas
interrogantes es respondida con un SÍ entonces estamos en una situación
bastante peliaguda.
El sábado pasado nos
tocó ir un poco más temprano a hospital y escuchamos los gritos de una
niña de trece años, insultando a los enfermeros, rompiendo cosas, con
custodia policial y en aislamiento. Cuando preguntamos a quién podíamos
intervenir las enfermeras nos negaron el acceso a esa niña por nuestra
propia seguridad porque ya había mordido a un médico y tirado del
cabello a varias de ellas.
Aquí no es una cuestión
de falta de capacitación, ni tampoco de voluntad, sino que no están las
condiciones para una intervención segura. Obedecimos las indicaciones de
las enfermeras y proseguimos con el resto de las habitaciones mientras
aquella chica seguía a los gritos y golpes hasta que la ataron a la cama
y la sedaron.
Este tema me toca muy de
cerca, no me es ajeno para nada, y aquí juega otro punto en contra para
una correcta intervención: El morbo personal. No puedo intervenir a una
persona con problemas de adicciones cuando hay una persona de mi
círculo más íntimo que se está destruyendo la vida con las drogas.
Seguramente muchas
personas que leeran este post fumarán marihuana, inhalarán cocaína o
cualquier otro tipo de estupefacientes y pensarán que exagero y que
pueden dejarlo cuando quieran. Yo no soy quién para decirles que tienen y
que no tienen que hacer con su vida, pero yo vivo el calvario de las
drogas desde varios puntos de vista, uno de ellos es de familiar y otro
de trabajadora de la salud, y duele mucho ver como las personas que amas
se destruyen la vida y vos no podes hacer nada al respecto.
Lamentablemente, el
adicto lo será hasta que se de cuenta que está enfermo y solicite ayuda.
Y esto es para todas las adicciones: Al cigarrillo, a las pastillas, a
la dieta, al gimnasio, a la Coca-Cola, a la comida, a la televisión, al
café, al sexo... A las drogas.
Decile NO a las drogas.
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