sábado, 29 de octubre de 2016

Intervenciones Pecera



   Este es un tipo especial de intervención, se interviene a través de los vidrios puesto que se nos está vedado entrar a las habitaciones de los pacientes.

¿Por qué no se puede entrar? Los motivos son varios:

-El paciente puede encontrarse en aislamiento: Puede sufrir una enfermedad de riesgo de contagio, o estar inmunodepresivo, o con un enfermedad que pondría en riesgo su seguridad y la nuestra.

-Hay epidemia de alguna enfermedad: Como gripe, resfrío, etc.


-Nos encontramos en el pabellón de oncología pedíatrica: Aquí la única forma de intervenir es haciendo pecera, para más información sobre este caso especial, buscá el capítulo "Casos Especiales: Oncología Pedíatrica".

En este tipo de intervención se hace más uso de la mímica y el lenguaje por señas, interacciones de otro tipo como por ejemplo jugar con las manos, títeres, actuación, etc.
 Personalmente, a mí me limita mucho interactuar de esta manera, prefiero ingresar a las habitaciones del hospital y poder jugar cara a cara con los niños que se encuentran hospitalizados, pero hacer pecera es un buen ejercicio para los que recien se están incorporando a nuestras filas de payasos de hospital y así poder ir sacándose poco a poco el "miedo" natural que todos sentimos cuando se intervienen las primeras veces.

El método utilizado es distinto al de las habitaciones, como no se pueden hacer muchas cosas a través de un vidrio más que saludar y sonreír muchos de mis compañeros, entre ellos yo, tenemos preparado burbujeros, títeres, trucos de magia, etc. Yo tengo mi burbujero (que no sé por qué siempre me lo olvido en la mochila con la que llego) y mi Doctor Mouse, el cuál era un muñeco de Mickey Mouse al que transformé en títere y lo "payasicé" colocándole una nariz roja y una batita. El Doctor Mouse me salva las papas del fuego cuando es hora de hacer intervenciones pecera y en especial en oncología pediátrica. 

También tengo un set de médica de juguete como martillito para ver los reflejos, estetoscopio, una jeringa de la risa que está llena de brillitos por dentro y otros elementos.

Aunque incluso haciendo intervenciones pecera muchas veces no podemos evitar cruzarnos con situaciones que complican un poco nuestro trabajo: Un niño que llora y que, al vernos en vez de ponerse un poco más alegre o que al menos le llamemos la atención, opta por llorar más fuerte; niños que se encuentran en estado de coma desde hace varios meses y hasta incluso años (en estos casos más intervenimos a los mismos padres que al niño, aunque se puede ver y palpar el rechazo y frustración de esos padres cuando nos ven llegar, nosotros siempre respetamos la decisión de que NO quieren que intervengamos con ellos), o un niño que no puede moverse para nada y se desespera por no poder moverse.

Las intervenciones pecera muchas veces no son lo mío, y otros días prefiero hacerlas que entrar a las habitaciones. Hoy fue una buena intervención pecera, realmente pude conectarme con los niños pese a existir un vidrio entre esos niñitos y yo.

sábado, 22 de octubre de 2016

Casos Especiales: Adolescentes


De por sí intervenir con un adolescente es complicado, a eso le sumemos que cada uno tiene una personalidad completamente distinta a los demás, una educación diferente y distintos gustos. Entonces aquí los padrones y todo lo que hemos recopilado de información, canciones, bailes, chistes, juegos, etc. no sirve de nada. Porque el adolescente siempre es complicado.

Como exadolescente vivía en guerra con el mundo entero, muchas cosas me parecían aburridas, sin sentido, estúpidas y hasta molestas; supongo que hay muchos chicos que piensan como yo, y a eso le sumemos la tecnología que avanza a pasos agigantados, quitándoles la poca inocencia o contacto con el mundo real.

Intervenir adolescentes siempre es complicado, hay muchos compañeros que prefieren no visitar el CIM 4 o Pasillo de Traumatología dónde se encuentran la gran mayoría de ellos, pero no se los puede ignorar. Aunque he de ser sincera y decirles que cantar, bailar y jugar no sirve con ellos.

Ser un pre puber y un adolescente no es cosa fácil, todos hemos pasado por esa situación. Yo recuerdo que mi adolescencia fue caótica y complicada, así que me imagino que para ellos debe de ser así, muchos cambios hormonales, sale pelo dónde antes no estaba, muchas lágrimas, poca paciencia y demasiada irritabilidad por todo. Aún más cuando se debe estar internado, soportando a extraños que te digan que hacer y que no hacer, pinchándote aquí y allá, sin poder ver a tus amigos, sin jugar a la pelota, no se tiene privacidad, etc. Es normal que el adolescente esté más irritado de lo normal.

En las veces que he intervenido adolescentes casi siempre me costó más llegar a ellos, sólamente en contadas circunstancias pude realizar una verdadera conexión y hacer una buena intervención. Con el teen no se pueden cantar las canciones del Reino Infantil, Mickey Mouse ya no le pasrece gracioso ni simpático, es muy raro que un adolescente moderno lea y ha empezado a elegir sus propios gustos musicales.

Nuestro método de trabajo es dejar que el paciente proponga el campo de juego, pero si el paciente no colabora, y te mira con una mezcla de desprecio y apatía pues la cosa se complica un poco. Generalmente, cuando esto ocurre podemos hacer dos cosas:

-Proponer nosotros el juego/conversación: Adivina la palabra/Película, hablar de fútbol, del futuro, de los amigos, las mascotas, escuela, etc.

-Tirar la toalla: No insistir más y retirarnos.

No es común que un adolescente juegue con nosotros, por lo general nos ignoran, pero hay honradas excepciones en los que de verdad les interesa compartir unos minutos de su tiempo.

Hoy, por ejemplo, me tocó hacer dupla con un adolescente e intervenir a un adolescente. Uno de mis compañeros apenas ha cumplico los 18 años, y hemos intervenido a un niño que sólo tiene dos años menos que él. Es increíble la diferencia y madurez entre uno y otro.

Muchos de mis compañeros les cambian los ritmos a las canciones infantiles introduciéndoles ritmos más conocidos por los teenagers, funciona bastante bien. Otro recurso es hablar de cosas que le gusten o atraígan, pero todo es cuestión de práctica y de ir probando distintas salas hasta dar con la indicada.

lunes, 17 de octubre de 2016

Casos Especiales: Oncología Infantil


Quizás es una de las pruebas más duras que todo payaso de hospital tiene que pasar, pues son los niños del pabellón de oncología pedíatrica los que más necesitan de nuestras visitas.

Una vez leí que los niños no pueden enfrentar al cáncer solos, y es cierto... Necesitan de TODO el apoyo disponible para poder superar esta enfermedad tan horrible. Pero lamentablemente al estar tan inmunodepresivos por la misma quimioterapia tenemos el contacto limitado, no podemos entrar en sus habitaciones, sólo podemos hacer pecera (un tipo de intervención dónde las intervenciones se las realiza a través de un vidrio) y a veces ni podemos ingresar al pabellón dónde se encuentran estos niños, puesto que las enfermeras son un poco "celosas" de sus chicos y nos prohiben el ingreso, o nos dejan pasar pero sólo a dos o tres.

Personalmente, yo ya tuve experiencia con los niños con cáncer gracias a mi voluntariado en la Fundación H.O.Pe. (Hemato Oncológico Pediátrica) participando activamente cerca de tres años. Pero cuando me puse el atuendo de payaso, las cosas cambiaron drásticamente, pues de pasar a ser una simple "voluntaria" me convertí en un personaje que les transmitía alegría y esperanzas a los niños (o al menos eso intento cada sábado que voy) pues luego de todo este tiempo como payasa de hospital me percaté de la mirada de ilusión, curiosidad y hasta alegría, que muchos niños tienen cuando nos ven llegar con todos nuestros colores, cantos, bailes, voces graciosas y sobre todo las ganas de jugar con ellos.

Ojalá algún día se descubra la cura contra todos los tipos de cáncer que existen, en especial para darle a los niños más esperanzas de vida.

lunes, 10 de octubre de 2016

Las Intervenciones

Hay dos tipos de intervenciones: Las hospitalarias y las callejerasHay dos tipos de intervenciones: Las hospitalarias y las callejeras.

La primera de ellas se realizan en instituciones del ámbito de la salud como hospitales, sanatorios, clínicas, geriátricos, salitas, etc. La segunda tiene lugar en ámbitos fuera del de la salud, como comedores, la calle, escuelas, etc. No sólo se diferencian en el lugar dónde se realiza la intervención, sino también el MÉTODO usado.


Durante la intervención callejera uno tiene más libertades puesto que no hay paciente, se siguen normas de convivencia y sociales, y hasta puede jugar con más libertad.

La intervención hospitalaria es la más complicada de todas, puesto que hay un protocolo de intervención que se debe seguir al pie de la letra. He aquí algunos ejemplos:

-No entrar sin permiso a las habitaciones: Los Narices respetamos la privacidad del paciente, a contrario del personal del hospital si vemos una puerta cerrada tocamos y preguntarmos si podemos pasar, si nos dicen que no respetamos esa decisión y agradecemos, no insistimos bajo ninguna circunstancia.

-No hablar de enfermedades ni comida: Nuestro objetivo es "sacar" de la realidad vivida por unos minutos, si mencionamos algún tipo de comida le causaríamos sufrimiento al paciente y el deseo de consumir algún alimento en particular como chocolates, golosinas, harinas, etc.

-No preguntamos "¿cómo están?": Aunque socialmente está aceptado que uno haga esa pregunta cuando se encuentra con un amigo o conocido en el ámbito hospitalario tratamos de evitar esa pregunta puesto que lo más común es que tanto el paciente como sus acompañantes respondan CÓMO SE ENCUENTRAN, CÓMO SE SIENTEN. Ejemplo: ¿Cómo están? ¡Internados, que no ves! ¡Muy mal! En lugar de hacer esa pregunta nosotros hacemos una afirmación, por ejemplo: ¡Hoy salió el Sol! ¡Buenas tardes! ¡Qué hermosa niña que tenemos acá!

-No usamos palabras precoces ni términos ofensivos o devaluadores (ej. no burlarse de alguien, no burlarse de un nombre). No hacer uso de un humor "negro" o "verde". 

-No transmitir violencia ni erotismo: Es por esto que las ropas en las mujeres debe ser holgada para suprimir el "deseo o lujuria" que pueda existir en pre adolescentes o en los mismos padres de los niños.

-No hablar de partidismos deportivos, políticos, religiosos, etc. ( ej. Boca vs River, varones vs mujeres): Yo en lo personal cuando hago algún partido imaginario de fútbol el resultado siempre termina en empate y enseñándoles que el fútbol sin violencia es mejor.

-No tocar al paciente (ej. no besar ni abrazar) ni a objetos o aparatos que estén en la habitación: Esto es por una cuestión de bioseguridad, lo que yo hago es abrazar a mi dupla y decir ¡fiesta de abrazos!, entonces la mamá o el papá abraza a su niño, un poco de cariño no viene mal. Si el paciente nos quiere abrazar, allí la cosa cambia, pero somos muy conscientes que luego de ese abrazo NO PODEMOS TOCAR A NADIE MÁS.

-No despertar a pacientes dormidos.

-No gritar ante bebés o pacientes dormidos o convalescientes.

-No entorpecer actividades del personal del hospital.

-No estimular la competitividad y sí la complementariedad y solidaridad.

-No presuponer que el acompañante es un progenitor o cónyuge.

-Nodesdeñar la propuesta de la dupla NI LA DEL PACIENTE.


Antes de la intervención se debe seguir una serie de pasos o etapas, estos son muy importantes ya que nos permitirán llegar e irnos en perfecta armonía.

1°) El desembarco: Es el momento dónde se llega al lugar de la intervención vestido de civil, con la indumentaria guardada, ya sea en un portatraje o en la mochila o valija. Nos dirigimos al lugar de reunión dónde se espera al resto de los compañeros, aplicando un tiempo de tolerancia no mayor a 30 minutos desde el horario de llegada (en nuestro caso las 4 PM). Una vez que nos encontramos todos, anotamos en un papel todos los presentes con firma y número de documento y se hace entrega de dicho papel al personal de seguridad, aclarando quiénes somos y a qué venimos.

2°) El pase: Luego del desembarco hay que reunirse en el lugar dónde se dejan nuestros objetos personales y se procede a la designación o formación de duplas, tríos o cuartetos y el sector de cada grupo. NUNCA SE DEBE INTERVENIR SOLO. Vestidos de civil, se va hasta la enfermería del sector asignado y se realizan una serie de preguntas, tales como:
-¿A quién no se puede ver?: Puede estar en aislamiento, previo o post operatorio, enfermedad de contagio, o inmunodepresivo.
-¿Quién hace mucho que está internado?
-¿Quién no recibe visitas?
-¿Hay alguien que cumpla años recientemente?
-¿Quién está deprimido?: Este caso es prioritario, se puede dejarlo para el final o el comienzo y darle unos minutos más de lo reglamentario para cada habitación.

3°) El cambio de atuendo y la intervención: Se procede a la producción del atuendo del clown y con nuestro grupo se interviene. Dicho sea de paso, no sólo intervenimos a los pacientes sino que se interviene a TODO el mundo: Guardias de seguridad, enfermeros, médicos, acompañantes del paciente, alguien que pasa, etc.

4°) Balance: Luego que ha finalizado la intervención se retorna al lugar dónde están nuestras pertencencias, se vuelven a vestir nuestras prendas normales y, con todos presentes, transmitimos nuestra experiencia, dudas, inquietudes y sentimientos.

5°) Finalización: Una vez terminado el balance, se da por finalizada la intervención del día y cada uno retorna a sus actividades cotidianas hasta el próximo encuentro.

lunes, 3 de octubre de 2016

BC: Nuevos Talentos Formación 2016

Cada cierto tiempo, por lo general una vez al año, Narices Felices abre las inscripciones para que todo aquél que tenga la vocación y las ganas forme parte de nuestro selecto electo de payasos hospitalarios. Hace un par de días se graduaron los nuevos compañeros de la formación 2016.

En esta ocasión tuve la oportunidad de formar parte del staff de formadores, quienes son los principales oradores y capacitadores encargados de brindar a los nuevos payasos toda la información que necesitan para poder intervenir. Hace unos capítulos atrás había hablado de "Los Recursos del Payaso", en esta sección trataré más en profundidad esos valiosos recursos.

Además del vestuario, el cuál es esencial, los payasos hospitalarios necesitamos recursos de vital importancia: La información. Durante nuestra formación, el período de tiempo que le lleva a una persona adquirir esos conocimientos los cuales no suelen ser más de ocho o nueve sábados, se estudian distintos temas, los cuales son:

-Risaterapia.
-Psicología.
-Técnica de grupos.
-Resilencia.
-Teatro.
-Actuación.
-Capacidad de empatía.
-Higiene y seguridad.

Y recientemente se ha añadido la sismología y la capacitación para actuar frente a sismos e incendios en caso que ocurran durante una intervención, el cuál estuvo a mi cargo en esta formación.

Es muy grato observar como los "pollos", como decimos en Argentina a los chicos nuevos, empiezan con alegría y optimismo esta nueva etapa, pues la parte teórica se acabó. Ahora viene la práctica: La "payantía", el período dónde se implementa toda la teoría en el ámbito hospitalario.

Personalmente, observé en esta ocación gente con muchas ganas de intervenir, pero sobretodo con el sentimiento de ayuda al prójimo y de hacer el bien lo cuál es determinante en el voluntariado; sin este podrás ser la reencarnación de Charles Chaplin y hacer reír a todo el mundo pero no tendrás la voluntad de dejar la comidad de tu hogar y brindar esa alegría.

El voluntariado del payaso de hospital es bastante sacrificado. El horario que tenemos es algo complicado para el salteño, ya que es justo en el horario de la siesta de un sábado; muchas veces sacrificamos unas horitas de sueño o una salida con la familia para ir a hacer el bien, haga frío o calor, nieve o truene, allí vamos nosotros a dar todo sin pretener nada a cambio. Pues eso es lo que hace al voluntariado tan especial: La gratuidad. Nosotros no recibimos un sueldo por esto que hacemos, tampoco nos dan para el bus o para una tacita de café, ni para nuestro vestuario o para los instrumentos que llevamos. TODO sale de nuestro bolsillo y de nuestro corazón.

En esta ocasión me tomé la libertad de pedirles a los chicos nuevos que no se olviden de dos cosas durante su voluntariado: Primero, que recuerden el motivo que los hizo elegir a Narices Felices; y segundo, el motivo por el cuál SIGUEN con Narices Felices. Pues uno siempre empieza con la fuerza de una locomotora en los primeros meses, y después viene la cuesta arriba, más cuando empiezan a llegar las primeras desilusiones al darnos cuenta del verdadero sacrificio que implica este hermoso trabajo.

¡Estoy ansiosa por empezar a intervenir con los nuevos y nutrirme de ellos!