La coulrofobia, y cito textualmente de Wikipedia, es la fobia o miedo irracional a los payasos y a los mimos.
Afecta especialmente a los niños, aunque puede aparecer en
adolescentes y adultos. En discusiones sobre las causas de la
coulrofobia, los pacientes coinciden en que lo que más les aterroriza de los payasos es el maquillaje excesivo, a menudo acompañado de la nariz roja y del color extraño del cabello, que les permite ocultar su verdadera identidad.
Los
afectados a menudo adquieren este miedo después de haber tenido alguna
mala experiencia con alguno de ellos o de haber visto un retrato
siniestro en medios audiovisuales. Se considera que la novela de It de Stephen King,
llevada posteriormente a la gran pantalla, contribuyó a popularizar la
figura del payaso malvado. Esta afirmación está avalada por estudios
científicos realizados entre los años 1970 y 1987, año en la que se dio
por concluida la investigación por ser tan perturbadores los resultados
obtenidos.
El prefijo coulro viene del término griego κωλοβαθριστής (kōlobathristēs), que significa "aquel que va sobre ". Esto es debido a que antiguamente los y payasos solían llevar zancos.
Un
estudio experimental que se llevó a cabo en la Universidad de
Shieffield reveló que a los niños les asusta que las habitaciones de los
hospitales estén decoradas con payasos.
Según un profesor de
psicología de la California State University, Northridge, a los niños
"les impresiona mucho ver un cuerpo común con una cara poco familiar."
Aunque Pennywise de It no es el únicopayaso siniestro que hubo en la historia del cine y la televisión, también podemos contar con:
Los payasos asesinos del espacio exterior, película en la que payasos extreterrestres asesinan a la gente metiéndola en globos.
La película de terror
Clownhouse trata sobre tres psicópatas que se disfrazan de payaso tras escapar de
un psiquiátrico y se cuelan en casa de un niño con fobia a los payasos.
Un macabro payaso contagiado por los zombis en la película Zombieland. Es marrón (color de muerto), pelo verde y nariz roja.
Capitan Spaulding, principal antagonista de la película La casa de los 1.000 Cadáveres.
Se caracteriza por su maquillaje blanco en la cara, azul y negro en los
ojos, negro en los labios y ligeros toques rosados en sus mejillas a
modo de colorete. Posee una abundante barba negra y sus expresiones
faciales, junto a su descuidada dentadura y su locura, es lo que más
asusta de este personaje.
Violator, un demonio que adoptaba la forma de un payaso sucio y glotón en la serie de cómics Spawn.
El Gusón,
el enemigo de Batman. Un payaso asesino que siembra el crimen en la
ficticia ciudad de Ciudad Gótica. Tiene el pelo verde, la cara blanca,
los labios rojos y los ojos pintados de negro.
Shawn Crahan, percusionista y corista de la banda de metal
alternativo estadounidense Slipknot, usa una máscara de payaso
terrorífico.
Billy es un títere con cara de payaso y uno de los protagonistas de
la saga de Saw. Es utilizado por el personaje principal de la historia,
John Kramer, el asesino Jigsaw, para comunicarse con sus víctimas.
Aunque todavía no ha sido identificado en el cine, Billy es el nombre
por el que es reconocido por los escritores, directores y miembros del
reparto, equipo de documentales y entrevistas. El nombre le fue dado por
su creador, James Wan, quien es el director y co-guionista de Saw. Por citar algunos ejemplos.
Ahora que ya sabemos las causas, ¿podría existir algún tratamiento?
Muchos
padres optan por intentar evitar que sus hijos con miedo a los payasos
se encuentren en situaciones donde haya payasos, como las fiestas de cumpleaños.
Esto puede parecer una medida razonable si el miedo es muy intenso,
pero lo cierto es que los payasos pueden aparecer en otros contextos
distintos. El mejor tratamiento para superar la coulrofobia es el que un
profesional en psicoterapia puede elaborar en base a un buen
diagnóstico, para adecuar el remedio a las causas del miedo irracional.
Las técnicas y métodos para el tratamiento más habituales para combatir la fobia a los payasos suelen incluir la terapia psicológica,
que mediante la habituación, permite a las personas con fobia tomar
contacto progresivamente con la causa del miedo (los payasos, en este
caso), de modo que las malas sensaciones van disminuyendo de forma
gradual.
En el transcurso de la basada en la desensibilización,
la angustia experimentada debería ir menguando. Las primeras sesiones
suelen girar en torno a la discusión y reflexión sobre el miedo, para
posteriormente empezar a ver imágenes relacionadas con el objeto de
fobia: los payasos. Si el tratamiento va surtiendo efecto, el paciente
debería llegar a poder estar a gusto y sin sufrir ninguno de los
síntomas de la coulrofobia aun en presencia de payasos en la misma
habitación. El proceso de desensibilización posibilita que las personas
con fobia a los payasos se familiaricen poco a poco a su miedo y,
finalmente, queden insensibilizados ante la fobia, superándola.
¿Por
qué el día de hoy estoy hablando sobre la coulrofobia o miedo a los
payasos? Porque hoy me tocó intervenir con tres niños que empezaron a
llorar desconsoladamente apenas nos vieron a mi compañero y a mí. Y dudo
mucho que esos niños hayan visto la película It siendo qu ya
tiene sus años, entonces llego a la conclusión que le tienen miedo a lo
desconocido o a lo que ellos no entienden como "normal".
Si
ustedes pudieron apreciar las fotos que subí en capítulos anteriores
habrán podido apreciar que nosotros NO usamos maquillajes exagerados
aunque sí tenemos compañeros (entre las cuales está esta servidora) que
usan pelucas de colores que no son los normales de un cabello común y
corriente...
Aunque hay niños que no les temen a
los payasos y al contrario sí les gusta cuando nos ven llegar,
entonces, ¿de dónde sale la fobia? Dudo que en TODOS los casos salga de
los propios padres, así que sólo me queda esta conclusión: La fobia les
sale de nacimiento, es algo dentro de su cabeza que les indica "¡Eso no
me gusta!".
¿Se puede intervenir a un niño con coulrofobia? Sí,
aunque no es recomendable, lo mejor sería dejarlo tranquilo aunque
también se puede probar de intervenir a una distancia dónde no se sienta
amenazado; muchas veces me ha pasado eso, que cuando entraba a la
habitación lloraba, y cuando me quedaba en la puerta se reía a
carcajadas. Nunca se pierde nada con intentar, a menos que los padres te
echen a patadas de la habitación, cosa que también me ha pasado, y no
por su hijo, SINO PORQUE LOS FÓBICOS SON ELLOS.